Una semana exprimida al máximo, eso es lo que fue la semana
del 27 de Abril al 4 de Mayo…
Un viaje en familia del que no puedo sacar nada negativo.
Un tour completo por el país, de Norte a Sur (y viceversa)
en el que pudimos ver una gran variedad de paisajes: desde las zonas más áridas
y poco accidentadas del norte, el desierto de Wadi Rum con sus formaciones
rocosas que se alzan en la llanura llenas de matices formales, hasta la extensa
zona de roca arenisca de Petra, el Mar Muerto y sus inmediaciones, un paisaje
en calma, e incluso áreas verdes y con cultivos en oasis.
Si algo tuviera que destacar sería, como no, la
impresionante Petra, una de las 7 maravillas del mundo que desde luego, no
defrauda. No solo por sus construcciones, que como obras de arte se encuentran
esculpidas en la roca, sino además, por el propio paisaje natural, que ha
creado gargantas angostas y escarpadas que se recorren hasta llegar, primero a
la fachada del Tesoro, y después al resto de la ciudad.
Se trata de un paseo sorprendente en el que a cada paso, se
descubren nuevos matices… un paseo inspirador…
Formas, luces, sombras… incluso tonalidades distintas que
varían con el paso de las horas, los días y los años.
Una formación paisajística espontánea y tremendamente bella
que solo puede surgir de la unión del arte y la naturaleza en su estado puro.
Otra de las experiencias y de los lugares que mas me impresionó fue el Mar Muerto. El punto mas bajo de
Un viaje sin tregua, conviviendo con distinta cultura,
costumbres, religiones, tradiciones… de las que hemos podido conocer algo mas.
Un país de contrastes muy recomendable para cualquera al que le guste viajar.
Desde luego, una desconexión cien por cien de la rutina, un
viaje sin desperdicio del que nos llevamos incontables recuerdos y
experiencias… al fin y al cabo…. Eso es viajar….