17 ago 2017

MI VUELTA A CHINA | Sensaciones



Definitivamente Shanghai siempre será como mi segunda ciudad; creía ya saberlo, pero me he dado más cuenta si cabe en mi última visita, hace ya algo más de dos meses.

Sensaciones y sentimientos encontrados…
Por un lado, viajaba hacia lo que, durante 3 años fue mi casa; por eso lo hacía como quien va al pueblo a veranear, 0 nervios, 0 incertidumbre, 0 incógnitas… pero a la vez, con el temor de encontrarme una ciudad cambiada, principalmente porque no encontraría ya mi núcleo de amistades más cercano.
Y así fue, ellos no estaban, pero ello me permitió conocer a mucha gente, “recién llegados” y también reencontrarme con muchos conocidos que siguen allí, cada cual con su vida, y desde mi perspectiva, como si el tiempo no hubiera pasado para ellos.

Los primeros días fueron muy intensos, una sensación de querer y necesitar volver a vivir en Asia me invadía a cada paso que daba. Pero, con el paso de los días, también me di cuenta de que la ciudad no tenía nada nuevo para mí, nada nuevo que aportarme ni enseñarme, y eso ha hecho que la idea de volver a China se haya borrado (por el momento) de mi cabeza.

Fueron 20 días muy intensos, recuerdos, reencuentros y paseos interminables por las calles que, no hace tanto, formaban parte de mi día a día, mi/nuestro barrio, el metro, los autobuses, que siguen encantándome y el Bund… mi lugar de “retiro” que me ayudaba en mis momentos de estrés o nostalgia y que ahora, descubrí, ha dejado de sorprenderme…
Es un hecho, al final nos acostumbramos a todo y dejamos de valorar lo que, de alguna manera se convierte en rutina.

Shanghai, quien sabe cuándo volveré a visitarte, quizás en unos meses, quizás en años… lo que si sé es que siempre permanecerás ahí, haciéndome sentir y recordar todo lo que viví, sentí, experimenté y aprendí de ti, de tu gente y de mi misma.


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