Primer texto de 2016 que quiero dedicar a este año que acaba de terminar; 2015, otro más, pero no uno cualquiera, ha sido mi segundo en China, un año de cambios y en el que he seguido, evolucionando.
Desde que llegué a Shanghai todo parece ir mas deprisa, a un ritmo acelerado respecto al resto del universo. Esta experiencia me ha hecho madurar y ahora siento que me conozco mejor a mi misma.
Profesionalmente, he dado pasos en nuevas direcciones, he asumido mas responsabilidades y superado obstáculos.
Profesionalmente, he dado pasos en nuevas direcciones, he asumido mas responsabilidades y superado obstáculos.
2015, un año que ya es pasado, que nunca volverá, pero que seguro ha dejado huella en cada uno de nosotros, experiencias y momentos que se suceden sin parar, en nuestro día a día, que nos desvelan el camino a seguir y que sin duda, son el motor de nuestra vida.
Se trata del paso del tiempo, ese que nos hace madurar y el que, en definitiva, hace de cada uno de nosotros lo que somos en este instante; seres humanos, listos para seguir avanzando en este 2016.
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